Escritos e investigaciones de D. Manuel Mateos de Vicente menú prinicpal
SALUD
Los dolores de cuello al levantarse


Las personas “de cierta edad” se suelen quejar de dolores en el cuello, sobre todo al levantarse de la cama por la mañana. Como he llegado a esa cierta edad he decidido llevar a cabo experimentos personales caseros, físicos no medicinales.
 
          Cada uno tenemos un pie distinto y sufrí durante toda mi vida de los zapatos que compraba … hasta que tuve la necesidad de comprar un nuevo par poco tiempo después de llegar a Estados Unidos. Se acabaron entonces mis sufrimientos a lo largo de 28 años, pues en aquel país tienen hasta 11 anchuras (AAAA, AAA, AA, A, B, C, D, E, EE, EEE, EEEE)  para cada modelo de zapato. Mi anchura suele ser la “E” con la cual puedo salir con los zapatos puestos sin que a los 10 minutos tenga que quitarlos por causa de alguno de esos múltiples roces de los que gozaba en España. Pues lo mismo que cada uno tiene un pie distinto también tenemos un cuello distinto, pero las almohadas no están hechas para cada cuello.
 
          Al estar en la cama nuestras 8 horas legales de reposo diario, la cabeza tiene su apoyo y los hombros el suyo y queda entre ambos el cuello que suele quedar “colgado” y con la fuerza de la gravedad van cambiando de lugar, muy lentamente, nuestras vértebras del cuello (ahora las “cervicales”). Cuando somos jóvenes no notamos nada pues tardan años en deformarse debido a la postura “camera” poco “ergonómica” (o sea sin tener en cuenta las curvas de nuestro cuerpo). Mas, cuando llegamos a esa cierta edad se han ido acumulando las pequeñas deformaciones y hasta acentuando con más rapidez dando lugar a ese motivo de tantas charlas en los establecimientos geriátricos (o sea residencias de ancianos).
 
          Los resultados de una mala postura pueden verse a cualquier edad: la tortícolis. Esta resulta de haber dormido en una posición en la cual las vértebras del cuello estaban reviradas.
 
          Mi recomendación es que alguien desarrolle una tesis sobre las posturas que adquieren las vértebras del cuello a ver si podemos conseguir que lleguemos a la vejez y nos levantemos de la cama sin dolores en esa parte tan importante de la columna vertebral, que es de suponer que tenga repercusiones y haya conexión con otros dolores del cuerpo o aún con enfermedades. Mientras eso ocurre lo que yo estoy haciendo es usar una almohada que se adapta a mi cuello, lo mismo que hace Alberto con mis pies al hacerme un par de zapatos.