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MI
EXPERIENCIA DE INEXPERTO |
Cuando
tenía 16 años cogí una tuberculosis,
enfermedad muy corriente entonces y que se llevó
al otro mundo a más de un amigo o conocido.
Tuve que
estar en cama sin hacer nada y perdiendo acudir
a clases, como un año. No quiero recordarlo
porque en aquella edad, tal situación, no
es nada agradable.
Había
oído al médido decir algo como que
tenía que calcificarse parte del pulmón,
para lo cual lo ayudaba dejandolo casi inerte con
un proceso que llamaban “neumotorax”.
Pensé como ayudar a la calcificación
y desarrollé un método, sin consultar
al médico ni decírselo: Pedí
en casa que me reservaran unas cuantas cáscaras
de huevo, que son de carbonato cálcico principalmente.
Metí las cáscaras en un recipiente
con zumo de limones. Para darle sabor añadí
una buena porción de coñac (hoy pronunciado
brandy). Una vez que se deshicieron las cáscaras
de huevo tomaba todos los días una copita
de tal mixtura. Yo creo que algo haría pues
por esto y por cebarme de comida he seguido viviendo
muchos años más (Tengo ahora 75).
Simplemente
refiero mi experimento personal y no lo recomiendo,
pero si quiere alguien llevarlo a la práctica
que lo consulte antes con su médico.